Uno de los aspectos más sorprendentes del magnicidio es la facilidad con la que el grupo de atacantes pudo entrar en la residencia presidencial sin encontrar resistencia. De acuerdo con la versión oficial, ninguno de ellos resultó herido.
El embajador haitiano en Estados Unidos, Bocchit Edmond, dijo que los asaltantes iban vestidos con chalecos y capuchas de la DEA, la agencia antidrogas estadounidense.
Supuestamente, se abrieron paso gritando que se trataba de una operación de esa agencia, que ha negado toda relación con el magnicidio.
Las miradas se volvieron a Dimitri Herard, jefe de seguridad del presidente, que fue arrestado tras el crimen para que responda por qué ni él ni nadie de su equipo intervino para proteger a Moïse.
Resulta difícil de explicar que un grupo de hombres armados lograra entrar en la casa, pegarle 12 tiros al presidente, dejar malherida a su mujer y abandonar el lugar sin ser interceptados.
El fiscal haitiano Bedford Claude, que investiga la posible participación de Herard en el crimen, se preguntó ante la prensa: "Si eres responsable de la seguridad del presidente, ¿Dónde estabas? ¿Qué hiciste para evitarle ese destino?".
2. ¿Qué sabían los exmilitares colombianos?
Tampoco está totalmente claro el papel del grupo de exmilitares colombianos a los que se considera autores materiales del asesinato de Moïse.
Según los medios colombianos, todos eran expertos militares retirados, y el ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, confirmó que se trataba de antiguos miembros de las Fuerzas Armadas.
El Pentágono confirmó este jueves que algunos habían recibido entrenamiento militar por parte de Estados Unidos en el marco de los programas de cooperación en seguridad con el Ejército colombiano.
Antes de entrar en Haití, pasaron unos días haciendo turismo en la vecina República Dominicana y algunos de ellos no dudaron en compartir imágenes del viaje en sus redes sociales.
¿Es ese el comportamiento propio de alguien que planea asesinar al presidente de un país? ¿Por qué eligieron refugiarse en la embajada de Taiwán, a pocos metros de la casa de Moïse? ¿Acaso no contaban con un plan de huida?
3. ¿Quién es el cerebro del magnicidio y qué se buscaba con él?
Las autoridades detuvieron al médico haitiano-estadounidense Christian Emmanuel Sanon, de 63 años y afincado en Florida. Se le acusa de haber contratado a los mercenarios para derrocar y reemplazar al presidente Moïse, que ya había advertido en una entrevista con el diario El País de España de la existencia de un plan para acabar con su vida.
Según la investigación, Sanon voló a Haití acompañado por sus guardaespaldas a comienzos de junio con la intención de asumir la presidencia del país.
Pero ¿es verosímil que un desconocido doctor perpetre por sí solo un plan de tal magnitud y aspire a alcanzar el poder gracias a él?
Al senador John Joel Joseph, en paradero desconocido, se le atribuye haber facilitado el armamento con el que se llevó a cabo el homicidio y organizar las reuniones en las que se planeó.
En las últimas horas se han conocido más detalles.
El jefe de policía Léon Charles relató que el asesinato del presidente se planeó en la vecina República Dominicana, en una reunión en la que participaron el doctor, Sanon, James Solages, otro haitiano estadounidense que ha sido detenido, y el senador Joseph.
"Se encontraron en un hotel de Santo Domingo. En la mesa estaban los arquitectos del complot, un equipo técnico de reclutamiento y un grupo de finanzas", relató el jefe de policía.
Los investigadores haitianos creen que el crimen se perpetró en coordinación con CTU, una compañía de servicios de seguridad con sede en Miami, dirigida por el venezolano Antonio Emmanuel Intriago, al que se le ha perdido el rastro.
4. ¿Cómo se va a solucionar la lucha de poder?
La muerte de Moïse agrava la crisis institucional en la que se encuentra inmerso Haití.
La oposición haitiana afirmaba que el mandato de Moïse debía haber concluido el 7 de febrero, cinco años después de la dimisión de su predecesor, Michel Martelly, pero el abandono del poder de este último se retrasó un año y el fallecido presidente insistía en que debía estar en el poder hasta 2022 porque no asumió el cargo hasta febrero de 2017.
El país debía haber celebrado sus elecciones parlamentarias en octubre de 2019, pero la falta de acuerdo las retrasó y Moïse gobernaba desde entonces por decreto.
En sus cuatro años en el cargo, el presidente Moïse tuvo seis primeros ministros. Un día antes de morir había nombrado al séptimo, Ariel Henry.
Pero Henry no tuvo tiempo de jurar su cargo y Claude Joseph mantiene el cargo en medio de la incertidumbre sobre quién dirigirá el país.
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